CERREDO ( ASTURIAS )
EL VI Descenso de Autos Locos de Cerredo 2006 se disputó con la presencia de 13 carrilanas, siete de ellas procedentes del ferrol, a los cuales les tenemos que dar las gracias por el esfuerzo realizado para llegar hasta nuestro pueblin asturiano.
El recorrido es urbano, son 800 metros, pero en los que hay que pasar por entre casas, pendientes fuertes, una horquilla increible, y siempre el mejor ambiente.
El mejor tiempo registrado fue 43,03 realizado por la carrilana Zarreu Racing, ganadora de este sexto descenso, pilotada por A.Omente y D. Tote
Clasificación Grupo
1º Zarreu Racing 2º Carracedo Sport 3º Voltereto Willys Clasificación Individual
1º Cacharro evo 5 2º De Lao II 3º De Lao III El Descenso de carrilanas de Seares cada año va a más. Durante la presentación, el alcalde de Castropol, José Ángel Pérez, apostó fuerte por el evento deportivo y anunció que ha avanzado gestiones para conseguir que el próximo año cuente con la distinción de Fiesta de Interés Turístico Regional. Recordemos que pruebas como Seares, Valdoviño, Pamplona o Sant Just d´Esvern manejan afluencias de público entre las 8.000 y las 13.000 personas, y esa tendencia sigue en aumento edición tras edición. Por cierto, ya esta disponible una extensa GALERÍA DE FOTOS de la carrera. Así mismo, tenéis la crónica de la carrera en la sección del Open de España.
GRULLOS ( ASTURIAS )Quince participantes tomaron parte en el Descenso de Autos Locos que se celebró el 24 de Agosto en la localidad de Candamo que congregó numeroso público J. L. G./AVILÉS
EL COMERCIO DIGITAL La Voz de Avilés ( Ver noticia )
Ya lo decía el nombre de la competición: I Descenso de Autos Locos de Grullos. Y los participantes, quince al final, se tomaron la denominación muy en serio. Había un poco de todo: desde triciclos de mayores, a karts sin motor pasando por auténticos coches de época.
La cosa era sencilla. Se trataba de construir un artilugio de al menos tres ruedas que se moviese por su propia inercia para lanzarse en un descenso vertiginoso por medio de Grullos. Una divertida competición que congregó una gran cantidad de público que se acercó al improvisado circuito para disfrutar de la carrera.
En cuanto a edades, también hubo variedad: niños emulando a Fernando Alonso, aunque sin gasolina de por medio y otros que abandonaron la niñez hace ya muchos años pero que disfrutaron como si la estuvieran viviendo.
La competición contaba con dos categorías, coches de tres y de cuatro ruedas, y se desarrolló a dos mangas en las que se sumaban los tiempos. Dada la importante pendiente del recorrido, en el que había dos curvas de gran dificultad, las marcas de los participantes fueron bastante bajas.
En la categoría de tres ruedas el primer puesto estuvo muy reñido. Iván Calleja y Rafael Álvarez, que registraron un tiempo de 73 segundos y 30 centésimas, se llevaron el gato al agua, aunque sólo por 96 centésimas, porque los hermanos Guillermo y Luis Delgado apretaron de lo lindo. El bronce fue para el piloto Richard Brun.
En la categoría de tres ruedas, las diferencias fueron mucho mayores. La victoria fue para Pablo Junquera y Javier Pintado, que establecieron una marca de 85 segundos y 25 centésimas. Saúl Fernández finalizó a 13 segundos y Alejandro Cuervo a más de quince.
Pero en esta primer edición del descenso de autos locos de Grullos no sólo se premió la velocidad. La originalidad y la escasez de trabajo también tuvieron su compensación.
Saúl Fernández tuvo doble premio: se llevó el galardón a la originalidad con su artilugio denominado Dragon Can y que contaba con cola, alas en los laterales y unos cuernos en la parte delantera. El premio al artilugio más desastre fue para Nestor Fernández, que compitió con un tablón con un eje con dos ruedas carretilla en la parte de atrás y una rueda de bicicleta en la parte delantera.
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