Tras el parón de los 'Sanbartolos' elgoibarreses, el programa festivo ha vuelto a las calles de la localidad este fin de semana y lo ha hecho con muchas ganas y con mucha animación. Y nada mejor que una emocionante carrera de goitibeheras para abrir boca porque como muy bien se comprobó ayer, los elgoibarreses disfrutan y se entregan como pocos en esta actividad.

Y lo hacen desde hace años, concretamente nueve, gracias al trabajo desinteresado de los voluntarios de Cruz Roja. La respuesta de ayer del público tampoco defraudó y ya desde mucho antes de las doce y media (hora de comienzo) numerosas personas se apelotonaban a lo largo de los 400 metros llenos de curvas entre Erritxindi y Trenbide.

Dos o cinco plazas

La participación de goitibeheras este año ha sido importante, un total de 17, sobre todo si se tiene en cuenta que «otros años suelen bajar siete, ocho o doce cacharros. Se ha animado mucha gente, aunque hay algunos participantes que repiten goitibeheras». Según explicaron los organizadores, muchos de los participantes proceden de Erandio, Gernika o Bilbao, y, por supuesto, Elgoibar.

De dos o de cinco plazas, realizadas en madera u otras más sofisticadas en metal, algunas con volante, otras con frenos de pie... la imaginación bajaba rauda y veloz por la empinada cuesta y más de uno tenía que hacer malabarismos para no irse en las curvas y darse con los fardos de paja. Cada ver que una de las goitibeheras participantes asomaba por la cuesta, un murmullo de la gente de arriba advertía a los de abajo que una se acercaba y la expectación por ver cómo bajaban se hacía cada vez mayor. Ver cómo bajaban pero también ver cómo estaban disfrazados porque ayer se vieron cosas curiosas sobre los rodamientos que hacían las funciones de ruedas. Por ejemplo, una interesante ambulancia de la Cruz Roja con sus sanitarios debidamente vestidos o dos orondas y sensuales 'mujeres' (sólo ataviadas con un insinuante salto de cama) que agitaban al aire unos abanicos azules según bajaban hacia Trenbide. Ni qué decir que las carcajadas del respetable llenaron en más de una ocasión los 400 metros del recorrido.

Pero en la carrera también se vio alguna que otra goitibehera más profesional, de esas que se nota sólo con echarles un vistazo que son el fruto de muchas horas de trabajo y que van a estar situadas en los primeros puestos. A su paso, muchos contenían el aliento para ver cómo encaraban la última recta del recorrido o cómo se las ingeniaban para no pararse en seco en una de las curvas. Y los ocupantes de éstas 'super goitibeheras' tampoco desentonaban: todo serios, muy concentrados en el recorrido y con protectores de moto en brazos y piernas.

Tras las emociones llegaron los premios. Los tres primeros clasificados fueron Aretzaga III de Zalla, Aretzaga II de Zalla y Solano I de Zalla. Los premios locales recayeron en Sanrokelana II, Sanrokelana I y Zer Ote, mientras que el premio a la originalidad fue a parar al Grupo Oliva por su goitibehera-ambulancia.