Así da gusto. Empezar por felicitar a los organizadores de la carrera porque hemos llegado a lo que podemos llamar el “Mónaco” de los deportes de inercia. Se ha celebrado una de las carreras que va hacer historia, sin ninguna clase de dudas, en futuras temporadas. Este ha sido un punto y aparte en cuanto a organización, circuito, protecciones, y paisaje.

Teniendo en cuenta que en los alrededores de León no hay pendientes pronunciadas como puede haber en las zonas costeras del noroeste de la península se lo han montado muy bien para tener un circuito que tiene de todo.

Empezando por la salida nos encontramos con un tramo rápido, estrecho y recién asfaltado con su zona recta y su no muy complicada chicane que nos escupe en una calle ancha dentro del pueblo. Una zona en lo que lo más importante es no perder la velocidad alcanzada del tramo anterior que oscila en los bólidos más punteros entre los 80 y 90 quilómetros por hora.

Pasamos de esta calle ancha a un tramo estrechísimo y serpenteante construido con alpacas. Esta es una zona clave del circuito puesto que el que consigue entrar y sobre todo salir sin perder mucha velocidad tiene la mayor parte de la carrera ganada dado que después el tramo que resta es un poco lento. El circuito tiene unas cuantas curvas muy abiertas que pasan incluso por debajo de un puente y entre columnas para llegar a una horquilla a derechas muy ancha con una entrada muy estrecha en un puente y su correspondiente salida del mismo con un salto y entrada en meta en horquilla a izquierda. Algo espectacular.

Lo que resulta increíble es la afluencia de público y su comportamiento tanto en seguridad como en la forma de apoyar y animar a los corredores. Se funden al paso de los corredores en un ensordecedor griterío de ánimo y un sinfín de aplausos. Una experiencia única.
Como en todas las carreras los accidentes nunca se pueden evitar del todo pero lo que sí podemos decir es que a pesar de las muchas salidas de pista los resultados no alarman puesto que se convierten en anécdotas espectaculares y poco peligrosas.

No podemos olvidar que contamos con megafonía en todo el circuito explicando al público como sucede la carrera y que pilotos están bajando en cada momento intercalando todo esto con buena música con lo que el público no se aburre en ningún instante.

Los tiempos son recogidos con fotocélulas gracias a Marco lo que nos da una precisión en los tiempos realmente envidiables para todo organizador. La entrega de trofeos está abarrotada de gente, cosa inusual en todas las carreras, y con todo lo que un podio debe tener caba incluido.

A mi manera de verlo una de las mejores carreras de la historia de los deportes de inercia.