El desarrollo de las categorías ligeras en nuestro país está condicionado por dos factores:
- Un rápido aumento del número de participantes.
- Una falta de compromiso en organizar pruebas. Nos hemos quedado anclados en las “quedadas” ilegales de fin de semana con la carretera abierta.
Y esto ¿ a qué se debe ?
Hay quien opina que es por el perfil de los pilotos: chicos de veintitantos años que lo que quieren es bajar y bajar pero no pringar…
Pues organizar una carrera legal de categorías ligeras no es tan complicado. En Valencia se organizaron 3 pruebas ( dos en la mítica Vallada y una en Alzira ) con apenas 6 miembros de la Organización ( todos menores de 30 años ) y un presupuesto de unos 1.200 € ( que se logran fácilmente entre la subvención del Ayuntamiento presentando un buen dosier y unos módulos de publicidad de las tiendas en el cartel ). Además, las necesidades de remontes y protecciones son menores y puedes montarla por eliminatorias sin necesitar cronometraje.
Tenemos zonas como Catalunya, Comunitat Valenciana, Mallorca y Madrid en las que el trabajo de muchas personas ha hecho que hayamos superado la “masa mínima” para organizar una carrera. Una prueba modesta pero bien organizada con una quincena de participantes peude considerarse todo un éxito. Varéis como al año siguiente, en vez de 15 son 25.
Y otro tema que sigue pendiente: Si acudimos de “invitados” a una prueba de carrilanas es normal que el recorrido, los horarios y el número de bajadas estén diseñados pensando primordialmente en ellas. El nivel competitivo en ligeras ha aumentado mucho y necesitamos evolucionar: necesitamos puertos de montaña, necesitamos un asfalto ancho y en buen estado y necesitamos más bajadas por día.
Todos los que han acudido a alguna prueba francesa en Pirineos se han quedado enamorados: 10 bajadas diarias, remontes instantáneos… ¿ Por qué no podemos hacerlo aquí también ?
Afortunadamente, hay algún atisbo de luz: ZonaGravedad ha podido conocer un proyecto de freeride de alto nivel en el Pirineo Navarro en el que se está trabajando duro para sacar adelante este año. También tenemos noticias de que Gravity Cat está comenzando a movilizar a su veintena larga de activistas para organizar algo similar en Catalunya.
Es el turno de que Madrid ( con magníficos catalizadores como la tienda Caribbean y carreteras cortadas en domingo como el Parque del Oeste o la Dehesa de la Villa ), Valencia ( con pistas muy adecuadas como Carcaixent ) o Mallorca levanten la voz . Montar una Asociación legal es como un juego de niños pregunta en tu Ayuntamiento.
Y en las zonas como Galicia, Asturias o Euskadi, donde disfrutamos de muchas carreras de carrilanas/goitiberas, si queremos carreras ideales para bajar con el luge o la gravity, pues apoyémonos en los organizadores actuales y montemos una carrera en ese circuito perfecto que conocemos. Como dice el refrán: “el que quiera peces…”.
En fin, que nos jugamos nuestro futuro. Todos los vientos soplan a favor: tenemos una federación, tenemos corredores, tenemos documentos tipo y seguros, tenemos presencia en los medios y tenemos webs para enterarnos de las carreras y acudir en masa.
Es ahora o nunca: o montamos carreras y freerides legales o tendremos que seguir siempre jugándonos el tipo con los coches y los guardaraíles y pagando los multazos de la Policía. Y yo, desde luego, no quiero jugarme la vida...
